El Gran Premio de Arabia Saudí, la segunda cita del mundial de Fórmula 1, está en serio peligro. Las últimas acciones de los rebeldes hutíes de Yemen han puesto en alerta a la competición, que se podría ver obligada a tomar medidas tras conocer que este viernes se interceptó "un objetivo aéreo hostil" dirigido a Yeda.
Los hutíes, además, han atacado con misiles y drones una de las instalaciones de la petrolera estatal, Aramco. Una de las grandes compañías del país que también es uno de los principales patrocinadores de la Fórmula 1.
Según ha informado Reuters, las autoridades de Arabia Saudí han interceptado un "objetivo aéreo hostil" que se dirigía hacia la ciudad donde se celebrará la carrera. Además, también se ha informado de la "destrucción de 106 barcos cargados de explosivos que representaban una amenaza para la libertad de navegación en el sur del mar Rojo".
Desgraciadamente, esto no es la primera vez que sucede. El año pasado, en pleno Gran Premio de la Fórmula E, Arabia Saudí interceptó varios misiles que iban dirigidos contra la ciudad de Diriyah.
Suspensión de Rusia
La Fórmula 1 ya suspendió el Gran Premio de Rusia, en el circuito de Sochi, debido a la invasión de Rusia a Ucrania. De momento se desconoce cuál será el trazado que sustituya al ruso en esta temporada 2022.
Esa medida trajo también un aviso a los pilotos rusos, que no podrían correr bajo la bandera de su país. La escudería Haas fue más allá y suspendió el contrato de patrocinio de la empresa rusa del padre de Nikita Mazepin, piloto que fue despedido de manera fulminante.
Ahora la F1 se podría ver obligada a tomar una nueva decisión, en esta ocasión en Arabia Saudí. Todo dependerá de si continúa la escalada de tensión en Yeda, ciudad en la que se celebrará la carrera.