Lawrence Stroll y Aston Martin se lo están dejando todo de cara a 2026. El objetivo es luchar por el Mundial de Fórmula 1 y hacer tricampeón del mundo a Fernando Alonso.

Para ello, el dueño del equipo ha realizado toda una inversión en galácticos de la ingeniería, además de financiar una nueva fábrica y un nuevo túnel de viento.

Este último, el 'arma secreta' de los de Silverstone y uno de los motivos que ha seducido a Adrian Newey, ya está listo a falta de calibrarlo en un periodo de prueba que podría terminar antes de finales de año.

Eso sí, el objetivo es que esté en pleno funcionamiento a partir de enero, lo que supondría el adiós definitivo al túnel de Mercedes en Brackley que todavía usan.

"La puesta en marcha es para asegurarnos de que el suelo que golpea el modelo [de coche] es el que queremos y demás, y eso nos llevará quizá dos o tres meses para solucionarlo", ha explicado Luca Furbatto, jefe de ingeniería de la escudería, en declaraciones a RacingNews365.

"Será ideal para empezar el desarrollo del coche del 2026, que está autorizado a partir de enero del 2025. Creo que el coche del 2025 seguirá desarrollándose, pero es un equilibrio muy fino entre lo que pones [para] el 2026 y lo que pones en el 2025", ha añadido.

Furbatto ha querido destacar que solo Aston Martin estará a la vnaguardia en términos de fábrica: "Si no me equivoco, el último túnel de viento que se desarrolló para F1 fue hace 20 años, y ha habido muchos cambios tecnológicos".

"Podrías actualizar un túnel de viento de hace 20 años con nueva tecnología, pero nunca es lo mismo que comenzar con uno completamente nuevo", ha zanjado.