Fernando Alonsoterminó cabreadísimo el pasado sábado después de que un accidente de Yuki Tsunoda en la Q3 del Gran Premio de Hungría conllevase la bandera roja y echase por tierra su vuelta rápida cuando iba por la última curva.

De hecho, a su entrada al pit-lane, le ordenaron entrar en el Parque Cerrado para segundos después mandarle de vuelta a su box porque la Q3 se iba a reanudar.

El asturiano calificó de "error grosero" la decisión de los comisarios y se le vio visiblemente enfadado en el paddock, llegando a tirar su gorra y la chaqueta al suelo.

'SoyMotor' ha contactado con un portavoz de la FIA para que explicase lo ocurrido: "Alonso estaba a punto de terminar su vuelta justo cuando salió la bandera roja, por lo que se tuvo que meter al Pit-Lane directamente y, en ese momento, aún quedaban dos minutos de sesión, así que decidimos que cualquier coche que regresase al Pit-Lane sería puesto en condiciones de Parque Cerrado porque la sesión probablemente no se iba a reanudar".

"Después de veinte o treinta segundos, nos dijeron que existía la posibilidad de reanudar la sesión, así que debíamos dejar a los coches ir a sus garajes. Dijeron que los dos Aston Martin podían volver a sus garajes y si querían participar en lo que restaba de sesión aún se les permitiría", ha añadido.

Sobre el enfado de Fernando, el portavoz justifica que se sacó la bandera roja porque el coche médico debía entrar en pista.

"Fernando estaba enfadado por el hecho de que fue una bandera roja y no una doble bandera amarilla, pero lo hicimos porque tenía que salir el coche médico a pista debido al accidente de Tsunoda. Fernando no estaba contento porque estaba a punto de mejorar su vuelta. Él lo ve desde otra perspectiva porque pensaba que iba a poder terminar la vuelta y mejorar su tiempo, pero no es así como funciona", ha zanjado.