Este sábado han saltado todas las alarmas en el paddock de la Fórmula 1. Desde hace varios días corrían rumores que apuntaban a que tres equipos habrían infringido el techo presupuestario marcado por el reglamento en 2022. La FIA lo desmintió, asegurando que eran acusaciones infundadas, aunque no consiguieron frenar los rumores.

Los integrantes de los equipos apenas habían llegado a Hungaroring en la mañana de este sábado cuando saltó una segunda "bomba". Según el digital 'Formula Passion Italia', Aston Martin y Alpine serían dos de los tres equipos implicados.

Según esta información, las dos escuderías estarían en el punto de mira de la FIA por haber gastado la pasada temporada más de los 140 millones de dólares que permite la normativa. Pero no son los únicos sospechosos.

Mercedes y Red Bull también están siendo investigados, según apunta el 'Corriere dello Sport'. Entre estos dos equipos estaría el tercer infractor. Varios medios ingleses apntan que el equipo alemán es el que más riesgo tiene de ser sancionado. Sin embargo, el caso de Red Bull reviste mayor gravedad, ya que incumplieron el techo de gasto en 2021, y si reinciden podrían recibir una sanción aún más dura.

Podrían recibir penalizaciones inéditas

La gran incógnita es qué sanciones podría imponer la FIA a los equipos infractores. El reglamento deja abierta la puerta a penalizar tanto con una multa económica como con la retirada de puntos o, incluso, la expulsión del mundial de constructores, aunque en ningún caso afectaría al campeonato de pilotos.

Tan solo hay un precedente, el de Red Bull en 2021. El equipo de las bebidas energéticas gastó ese año un 1,6% más de lo permitido, y fue multado con siete millones de dólares y una reducción significativa en las horas de uso de túnel de viento de cara a este 2023.

En cualquier caso, cabe señalar que, en caso de retirada de puntos, afectaría a la clasificación de 2022, por lo que los resultados de 2023 no se verían afectados.