El Gran Premio de Qatar de Fórmula 1 ha estado repleto de luces y sombras para el equipo Aston Martin. Si bien es cierto que Fernando Alonso ha estado prácticamente todo el fin de semana peleando con los mejores por las primeras posiciones, Lance Stroll no ha corrido la misma suerte.

El piloto canadiense ha vuelto a demostrar que se encuentra lejos de su mejor nivel tanto mentalmente como en términos de rendimiento a bordo de su monoplaza. Y es que, mientras que el piloto asturiano clasificaba en cuarta posición, Stroll no podía pasar ni tan si quiera de la Q1.

Por ello, derivado de la impotencia y la frustración que está viviendo, Lance empujó a su preparador físico nada más bajarse del coche, cuando éste le dijo que tenía que dirigirse al pesaje de manera obligatoria.

Algo que no gustó nada al hijo de Lawrence y, en un acto impropio de un piloto profesional de Fórmula 1, empujó, apartó e hizo caso omiso a las indicaciones de la FIA para dirigirse a su habitación.

Ahora, con el fin de semana finalizado, Mike Krack, jefe de equipo de Aston Martin, ha querido quitarle peso al asunto pero asegura que van a hablar con él para solucionarlo.

"Es una acumulación de actuaciones por debajo de su nivel y la frustración sale por algún lado. Se hablará, por supuesto, pero no en caliente", asegura el mandamás luxemburgués a través de unas declaraciones recogidas por 'As'.