Sargeant, Russell, Stroll, Piastri, Verstappen, Ocon... la mayoría de los pilotos de la parrilla de Fórmula 1 sufrieron en sus propias carnes los estragos del calor de Qatar, pero Fernando Alonso un poquito más.

El bicampeón del mundo con Renault en 2005 y 2006 terminó la carrera con pequeñas quemaduras en el "costado derecho".

En el 'cockpit' de los monoplazas se alcanzaron altas temperaturas y el asturiano tuvo que lidiar con las molestias desde la vuelta 15 hasta el punto de pedir que le echasen agua en el 'pit stop'.

Tras la carrera, su jefe, Mike Krack, reconoció que las quejas de que el coche torna en 'horno' bajo condiciones extremas viene de lejos.

En declaraciones a 'As', el 'team manager' de la escudería ha explicado que en Singapur ocurrió algo similar.

"Estaba muy caliente, Fernando ya lo ha reportado antes, en Singapur, con otro circuito de condiciones extremas sucedió de nuevo y estamos detrás", ha explicado el luxemburgués.

El motivo es sencillo: muchos cables pasan en torno al asiento y desde el equipo ven como un lastre añadir más sistemas de refrigeración.

"Hay muchos circuitos alrededor del asiento, intentas que esté aislado pero no siempre es posible. Y evitas los sistemas de refrigeración porque no quieres añadir más peso al coche", añadió el jefe de Aston Martin, que reconoció que si Fernando Alonso se queja, no lo hace por gusto.