Carlos Sainz no ha tardado prácticamente nada en hacerse con un coche que se le resistió, el pasado año, a todo un tetracampeón como Sebastian Vettel. En el último día de test de Baréin, el madrileño ha lanzado un claro aviso a todos, y en especial a un Charles Leclerc que a saber si es, o no, el número 1 de la 'Scuderia' visto lo visto.
Porque Carlos no solo rodó sin problema alguno un total de 79 vueltas (una menos que Leclerc), sino que se destapó con un tiempo brutal con el neumático blando.
Sainz detuvo el crono en 1:29.611, siendo uno de los dos únicos pilotos que bajaron con la goma C4 a ese segundo. El otro, Max Verstappen, que voló con el Red Bull Honda para marcar un 1:28.960.
Acabó Sainz con el tercer mejor crono, pero Tsunoda, con el AlphaTauri, logró su marca con el neumático ultrablando.
Para poner más en valor lo que hizo Carlos Sainz, Lewis Hamilton, con el C5, no pudo batir el tiempo realizado por el madrileño de Ferrari.
Ha avisado Mattia Binotto de que los problemas de velocidad punta del Ferrari, vistos el año pasado, están totalmente arreglados.
A tenor de lo demostrado en este día de test, parece que esa frase no era tan solo un dicho sino que es un hecho. La 'Scuderia' tiene coche, al menos según lo que se ha presenciado en los ensayos.
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