La Fórmula 1 por fin vuelve de vacaciones después de un receso de casi cuatro semanas. Un parón que ha permitido a los pilotos y equipos recuperar energías y mejorar para volver aún más fuertes y tratar de maximizar los resultados.
Además, el 'Gran Circo' regresa en uno de los circuitos más bonitos y especiales del calendario para Max Verstappen: el Gran Premio de los Países Bajos, en el circuito de Zandvoort.
Una carrera en la que, 'a priori', el gran favorito vuelve a ser el hombre de Red Bull. Sin embargo, las grandes probabilidades de lluvia que hay para la carrera del domingo podrían igualarlo todo y, de esta manera, Verstappen no lo tendría tan fácil para dominar.
Una lluvia que beneficiaría de manera directa a Aston Martin y a Fernando Alonso ya que, si funcionan y se optimizan las mejoras, el equipo británico se podría acercar a Red Bull y, si llueve, la brecha se podría reducir aún más.
No obstante, el fin de semana de Gran Premio comenzaría con un viernes en el que la lluvia podría no ser protagonista, pues las precipitaciones no superan ni tan si quiera el 45%. Sin embargo, esto es positivo para los equipos que cuentan con actualizaciones, pues podrían probarlas y optimizarlas sin complicaciones en los entrenamientos libres.
El sábado, en la sesión de clasificación, la lluvia podría aparecer en forma de chubascos. Unas precipitaciones que ascienden al 60% y que podrían derivar en una sesión complicada para los pilotos por las bajas temperaturas y las gotas de agua.
En la carrera, por su parte, las probabilidades de lluvia se multiplican de tal manera que ascienden hasta un 71%. Algo que permitiría que la carrera se desarrollara sobre mojado y que, por lo tanto, presente un espectáculo asegurado pasado por agua en el que podría ganar cualquiera.