Carlos Sainz cada vez tiene más cara de posible campeón del mundo de Fórmula 1. Si ya lo dejó caer en McLaren, en Ferrari está creciendo como se esperaba y dando pasos de gigante hacia su objetivo: conquistar un Mundial. Atendiendo a lo sucedido en el GP de Austria, ojo al próximo año...
La estrategia, perfecta. Su actuación, magistral. Con duros sabía lo que tocaba. Sabía que iba a perder puestos en la salida, pero que su carrera iba a empezar cuando pusiera las gomas medias. Y cuando comenzó, simplemente, se salió.
Voló, así de claro. Con la dura se mantuvo firme, en buena posición. Alargando su parada para afrontar su último 'stint' con las menores vueltas posibles. Lo logró, y se quitó de encima a todos los que tenía delante para quitarle hasta casi un segundo por vuelta a Daniel Ricciardo y a Charles Leclerc.
Ocho décimas por vuelta a Leclerc y Ricciardo
El duelo de ambos parecía eterno, pero Ferrari hizo lo que debía: el coche más rápido, delante. Y el coche más rápido era Sainz, así que dando las gracias por la radio, Carlos pasó a Leclerc para perseguir al oceánico.
En la penúltima vuelta le superó, y luego tenía que quedar a menos de diez segundos de Sergio Pérez para ser quinto. También lo hizo, y el mexicano pagó sus dos sanciones de 5 segundos por sendas acciones algo raras ante Leclerc.
Así pues, carrerón de Carlos para sumar más puntos con un quinto puesto en una prueba en la que solo pudieron con él Verstappen, los Mercedes y Lando Norris.
Ahora, a mirar a Gran Bretaña para la prueba de Silverstone, en la que habrá novedades por esa 'carrera corta al sprint' que se celebrará en las islas británicas.
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