El pasado jueves, Red Bull presentó en su sede en Milton Keynes el monoplaza que disputará la temporada de 2024. Christian Horner, que está envuelto en un escándalo por un presunto comportamiento inadecuado ante una empleada, asistió a la presentación y levantó el interés de todos los medios.

Horner declaró ante un abogado encargado de gestionar las acusaciones el pasado viernes, aunque durante esa primera entrevista no se llegó a ninguna resolución sobre el asunto.

En una entrevista con el medio británico 'Sky Sports', le preguntaron a Horner si había considerado la posibilidad de dejar de ser el CEO de Red Bull, al menos temporalmente mientras se resuelve la investigación sobre lo que se le acusa.

Horner respondió tajante: "No. Todo sigue igual. Niego rotundamente cualquier acusación que se haya hecho en mi contra, pero por supuesto trabajaré en ese proceso, que espero concluya en un futuro próximo. Tengo confianza en eso. Si no fuera así, no estaría aquí".

El CEO de Red Bull añadió que se ha sentido muy arropado por todo el apoyo que se le ha dado por dirigentes, miembros y socios de dentro del negocio.

Además, Horner remarcó que está totalmente comprometido con el equipo: "He construido este equipo, convencido a la gente para que viniera aquí y trabajara aquí, disfruto trabajar con el equipo y con la gente. El principal activo de este equipo es la gente y así sigue siendo".

Horner explicó que desde que finalizaron las vacaciones de navidad el 8 de enero, ha estado diariamente trabajando en la fábrica y que el día 2 de marzo, cuando la temporada de comienzo con el Gran Premio de Baréin, estará sin duda en el box de Red Bull.

El monoplaza del equipo de las bebidas energéticas ya fue presentado, por lo que ya se conocen todas las 'liveries' que tendrán los coches de los distintos equipos. La semana que viene comenzarán los test de pretemporada en Baréin el día 21 de febrero, por lo que habrá que prestar atención al rendimiento y quedar a la espera de una resolución para Horner.