Tras las primeras dos carreras todos los equipos miraban con pesimismo cómo se desarrollaría la temporada 2023 por la superioridad que mostraron Max Verstappen y Sergio Pérez en Bahrein y Arabia Saudí.
Sin embargo, Aston Martin nunca ocultó que guardan un as bajo la manga: incorporarán mejoras en todas las carreras y para el Gran Premio de Imola llegará la gran revolución.
Por ello, el jefe de Red Bull, Christian Horner, teme que sus máximos perseguidores puedan quitarles protagonismo más pronto que tarde. Al mismo tiempo, es sabedor de queFernando Alonso estará atento a cualquier fallo del RB19, tal y como ya hizo en la clasificaciónde Jeddah colándose en primera línea de parrilla.
El dirigente del equipo austriaco ha mostrado en 'Motorsport' cautela con la sucesión de las carreras: "Espero ver una gran convergencia durante el transcurso del año, y la parrilla se ajustará".
"No podíamos darnos el lujo de fallar porque nunca íbamos a poder recuperarnos si empezábamos con desventaja". explicó. Esta igualdad se debe a las menos horas que dispondrá Red Bull para desarrollar el túnel de viento y la simulación en las computadoras. Algo que deberán cumplir tras la sanción que impuso la FIA en 2022.
La limitación de horas para los simuladores se aplica en función de cómo quedaron posicionados los equipos en la tabla de constructores el año anterior. Dado a que Red Bull fue campeón y Aston Martin fue el sexto equipo, los de Lawrence Strollcuentan con un 40% de horas más para el desarrollo.
Esto incrementará la competencia cada fin de semana. Mientras tanto, el dirigente de Red Bull espera manejar la distancia con la que de momento cuentan para compensar las limitaciones del futuro: "Necesitamos conseguir ventaja mientras tengamos un coche competitivo, y seguir avanzando durante la temporada", recalcó.