Alpine va de mal en peor. El equipo francés dejó muy malas sensaciones en los test de pretemporada con el nuevo A524. Esteban Ocon y Pierre Gasly se quejaron reiteradamente del coche, e incluso lo describieron como "inconducible".
La incógnita era saber si podrían corregir la situación de cara al Gran Premio de Bahréin para salvar el honor, y pese a que han buscado soluciones a la desesperada, no ha sido suficiente.
Esteban Ocon ha terminado penúltimo, y Pierre Gasly, último. Ni siquiera han estado cerca de plantar cara a Williams y Kick Sauber, los dos equipos que les han precedido, y todo apunta a que su carrera mañana va a ser una auténtica pesadilla.
Pero lo más preocupante ha sucedido después de la clasificación, ya que Alpine ha arrastrado problemas con la refrigeración desde la pretemporada. Tuvieron que ampliar las tomas de aire para intentar enfriar el motor, pero ni así ha sido suficiente.
Al volver a boxes tras la 'qualy', el coche de Esteban Ocon ha sufrido un sobrecalentamiento mientras se sometía al pesaje, y un mecánico de Red Bull que estaba por la zona ha tenido que ayudar a los franceses enchufando un ventilador para ayudar a bajar la temperatura y evitar que el problema vaya a mayores.
Mañana, Ocon y Gasly intentarán salvar el honor de Alpine con una carrera decorosa, aunque no lo tendrán fácil. En apenas un año han pasado de aspirar al podio a ser el último equipo de la parrilla, y el ambiente dentro del garaje no es el más idóneo para hacer frente a una crisis. Sin lugar a dudas, los focos estarán puestos este sábado en el equipo francés, y no precisamente para bien.