Este Aston Martin da para lo que da. Sí, quién iba a pensar esto en 2023. A comienzos de 2023, cuando el AMR23 era un misil y Fernando Alonso no tenía más que palabras de elogio para el monoplaza. Cuando se volvió a soñar. A creer. Cuando no había más que felicidad en la fábrica. Sí, eso ya está muy atrás. Tan atrás que a saber si alguno se acuerda ya...
Porque la realidad del equipo es otra ahora. Es, en este 2024, el Aston Martin no es un misil. El Aston Martin no va bien en curva lenta. El Aston Martin, directamente, no va bien en prácticamente nada. El AMR24 es lo que es y en Austria, tras la introducción de Barcelona, se vio que no.
Que no hay más. Que lo de Lance Stroll luchando como podía por rascar algún punto en la sprint es lo máximo. Que a saber si Alonso sufrió más de lo que parece con ese problema de motor. Sí, quizá fuese eso, pero la duda aunque existe adolece ante la realidad de que Fernando terminó 16º.
El coche, un desastre. Y así se lo hizo llegar Alonso por radio a su equipo. Lo peor no fue el mensaje de Alonso, sino la respuesta del equipo.
Esa respuesta...
Una en la que no había solución alguna. Comprensión sí, pero solución no. Porque Fernando transmitió sus sensaciones con el AMR24 en un punto en concreto antes de la dudosa acción de Nico Hulkenberg.
"¿Has visto el coche en la curva 3?", preguntó el asturiano por radio a su equipo.
Y sí, sí lo vieron... y no sabían ni qué decir más que eso: "Sí. Lo he visto. Comprendo tu dolor..."
Nada más. Mientras, aún queda una clasificación y una carrera larga, y luego un Gran Premio de Gran Bretaña en el que a saber si sigue todo igual... que parece ser que así será al no haber tiempo para arreglar el desaguisado en el que se ha convertido Aston Martin.