Fernando Alonso comenzó con ganando posiciones en Hungría. Haciendo valer su neumático blando, superó a un Carlos Sainz con medios para colocarse sexto en una alegría que duró lo que tardó el madrileño en superarle. Séptimo, y formando un buen tren tras él, de repente Aston Martin le llamó a boxes para defenderse de Albon y Magnussen.
Los dos entraron una vuelta antes que él, y en el equipo creyeron buena idea que tocaba parar mientras Lance Stroll, con el blando, iba a disfrutar de varias vueltas más. Mantuvo la plaza con el Williams y con el danés, pero la perdió con el coche de un Hulkenberg que paró varios giros antes.
Fernando no entendía nada, y así se lo hizo ver a su equipo por radio: "No entiendo por qué hemos parado... pero O.K."
Sin embargo, la peor respuesta llegó cuando Lance hizo su parada. El equipo le informó de que iba a salir un segundo por detrás de él... y ya todo le daba lo mismo.
"No quiero saberlo, amigo. No quiero saberlo. Hemos perdido la carrera con todo el mundo", afirmó el bicampeón.
Porque sabe lo complicado que es adelantar en esta pista, y de hecho no pudo dar cuenta de un correoso Hulkenberg que le hizo perder mucho tiempo a pesar de las gomas medias del AMR24.