Con el paso de las carreras Fernando Alonso se va encontrando mejor en su monoplaza. Lo demuestra su exhibición en la última vuelta y lo confirman sus declaraciones. "Me siento fuerte", dijo en la rueda de prensa previa al Gran Premio de Bakú.
Sin embargo, dos son los problemas en el Alpine A521 que más dolor de cabeza han dado al piloto español, bicampeón de la Fórmula 1: la dirección y los neumáticos para este curso 2021.
Con respecto a la dirección, el español ha deslizado en el paddock que es "muy poco intuitiva". ¿Qué quiere decir esto? El volante, en ocasiones, no transmite a la perfección el comportamiento de los neumáticos, por lo que es el propio piloto quien lo debe corregir.
Nada tiene que ver esta situación con la de los neumáticos. Alonso ha probado en varios test privados las ruedas de Pirelli, pero no le han convencido. Muy diferentes son a los de 2018, cuando el asturiano dejó la F1 para afrontar otros retos.
El curso que viene, con la nueva normativa que entra en vigor, estas características podrían cambiar radicalmente. Algo que seguro Alonso celebrará, sobre todo después de su progreso en las últimas semanas. Alonso ha llegado para quedarse y todas sus grandes esperanzas están puestas en 2022.