Fernando Alonso necesita a Aston Martin. Necesita que el equipo le ponga un coche capaz de competir. De pelear. Que desde la fábrica se aporten las soluciones a los problemas cada vez más evidentes de un AMR24 que no está donde se pensaba que iba a estar. Queda tiempo, pero cada vez menos para que concluya un 2024 algo decepcionante.
Un 2024 que comenzó bien, donde a priori debían estar. Un 2024 que cuanto más ha avanzado más ha hecho evidente que algo falla. Que esas mejoras no mejoran prácticamente nada un coche que debía progresar en Imola y que lo que hizo fue dar varios pasos hacia atrás.
Lo sabe hasta Mike Krack, jefe de Aston Martin: "Es uno de los puntos donde todos llevan mejoras. Si lo tuyo no funciona das un paso atrás. Es la cruda realidad de la F1".
"Desarrollamos el coche en la dirección equivocada, y no añadimos rendimiento con la actualización. Si no avanzas te adelantan", dice en la web del equipo.
Más que claro lo tiene: "Los dos últimos meses han sido muy duros. Hay que tomar medidas. Hay que hacer las piezas".
Hora del reinicio
Luego, el gran cambio para revertir la situación: "Hemos decidido tomar un enfoque diferente. Es un pequeño reinicio. Es construir ese reinicio".
"Ahora hay que gestionar las expectativas, con un cambio de rumbo que no se hace en cinco minutos. Debemos ser conscientes, confiar en este cambio que hemos adoptado y que nos aportará el rendimiento que queremos", insiste.
Y sentencia: "Es un reinicio técnico. El cómo pones el coche, el cómo enfocas el desarrollo... y entender el proceso".