Mercedes está en una situación inesperada en este curso. Sí, ya se la conocen. Ya saben lo que es no ser el mejor. Lo saben por lo vivido en 2022. Pero no, este año no creían que fuera a ser lo mismo. Creían que darían con la tecla. Con la clave. Con el coche perfecto para batir aRed Bull. Pero no. No es así.

Están manos a la obra. Están trabajando. Trabajando para reducir la brecha. Para volver a ganar. Para pelear por ganar. Y sí, eso les tiene tan contentos y felices.

"Es emocionante, a su manera, pelear por mejorar el coche semana a semana", dijo James Allison, director técnico de Mercedes.

"Si Red Bull está donde está es..."

Y explica: "Sí, todos nos sentiremos molestos por no ser competitivos, pero es una infelicidad que se compensa".

"Porque Red Bull no tiene el derecho divino a estar en cabeza. Si están ahí es por méritos propios y por trabajar muy bien. Si hacemos lo mismo o mejor...", relata.

Sabe que lo pueden lograr: "Sí, estaremos ahí si lo hacemos. Y será muy divertido. Es muy estimulante. Lo metes en tu cabeza y ahora intentamos hacerlo realidad".

"Y nuestros pilotos son muy parecidos al resto del equipo. Si ves que hay un cambio de impulso te ayuda para seguir así. Ellos sienten esa emoción al ver cómo su coche adelanta a otros", cuenta Allison.

Porque la moral es importante: "Les levanta el ánimo cuando están en el podio. Luego reflexionan al no estar más arriba... y les rebaja el entusiasmo".