El futuro de Checo Pérez está en el aire. Lo está desde hace dos años, pero en este tramo final de 2024 está más en el aire que nunca. En los últimos días han surgido numerosos rumores que señalan a que el piloto mexicano podría perder su asiento en 2025, que sería ocupado por Liam Lawson.
De hecho, Red Bull tendría incluso preparada la llegada de Franco Colapinto a su equipo 'B', por lo que Checo podría quedarse incluso sin hueco en la Fórmula 1. Ante las dudas, el rendimiento del piloto de Jalisco en las últimas carreras de la temporada podía ser crucial, pero no ha cumplido ni mucho menos con lo esperado.
Este fin de semana, el mexicano ha vuelto a protagonizar una clasificación desastrosa, cayendo de nuevo en la Q1 y siendo incapaz de ir más allá de la decimoctava posición.
El dato que deja a Checo en la cuerda floja
Todas las comparaciones en materia de clasificación dejan a Checo Pérez en un muy mal lugar. El mexicano ha caído cinco veces en la Q1, una más que Yuki Tsunoda, que conduce un RB sustancialmente más lento que el Red Bull. De hecho, el piloto japonés es uno de los candidatos a hacerse con el asiento de Checo.
Pero el descalabro de Checo no queda ahí. Incluso un Lance Stroll que está lejos de hacer su mejor temporada en Fórmula 1 le supera los sábados. El canadiense, con un Aston Martin cuyo rendimiento está en caída libre, ha caído cuatro veces en la Q1, por las cinco del mexicano.
Sin lugar a dudas, si Checo Pérez quiere mantener su asiento en Red Bull en 2025, su asignatura pendiente es la clasificación, y a falta de cuatro grandes premios para el final de la temporada, no parece encaminado a aprobar ese examen.