Fernando Alonso tenía la complicadísima misión de remontar en Imola. De ganar posiciones en una pista en la que adelantar es difícil. Muy difícil. El asturiano, que puso neumáticos blandos para ir al ataque, no pudo ni siquiera pasar al Williams de Logan Sargeant y se quedó tras él durante muchos giros en aire sucio.

Por ello, a priori, decidió entrar a boxes en la vuelta 8 de neumático para cambiar. Para poner duras. Para tratar algo diferente. Para poner en presión a los de arriba al rodar en aire limpio con un coche en principio con más ritmo.

Pero algo pasó en esa parada. Alonso, por radio, dijo que algo sentía en unos frenos que estaban, según sus palabras, que echaban humo.

Mis frenos estaban 'on fire'!", dijo Fernando en la radio de su equipo informando ya de algo que se iba a acabar viendo.

Porque tras la parada, y con las gomas nuevas, se vio el fuego en el neumático delantero izquierdo de Fernando Alonso.

El problema no fue a mayores, pero el AMR24 estaba para lo que estaba en Imola a pesar de esas mejoras que a la vista está han sido insuficientes.