Zandvoort es uno de los circuitos favoritos de los pilotos de Fórmula 1. Lo es por sus peraltes, por sus curvas de alta velocidad y también por lo cerca que están los muros. El trazado neerlandés es desafiante por el escaso margen de error que otorga, y Logan Sargeant lo ha comprobado por sus propios medios.
Apenas habían transcurrido 15 minutos de una tercera sesión de entrenamientos libres marcada por la lluvia cuando el piloto estadounidense metió dos ruedas en el césped, perdió el control del coche y acabó estrellándose contra las protecciones.
Al impactar, su rueda delantera derecha estuvo a punto de impactar con un fotógrafo que se encontraba al otro lado de la barrera, mientras que la trasera salió volando y acabó en el medio de la pista, obligando al resto de pilotos a esquivarla.
Envuelto en llamas
Como consecuencia del impacto se produjo una fuga en la zona del motor que acabó provocando un incendio en la parte trasera de su coche. Afortunadamente, Logan Sargeant pudo escapar a tiempo para ponerse a salvo. Eso sí, seguro que las arcas del equipo Williams no salen tan bien paradas.