Ha bajado el suflé. Ha bajado, y mucho, con respecto a cómo estaba hace un año. Con cómo iba la cosa en Aston Martin, con ese super AMR23, en el Mundial de F1. Porque el verde fue el color de moda. Porque fueron la gran sorpresa. Porque la esperanza de la 33 era el pan de cada día. Una esperanza que casi se hace real en Mónaco... y en Zandvoort.

Sí, así era todo hace un año. Pero, de repente, todo cambió. El coche iba hacia atrás, tocando fondo en México después de un preocupante Gran Premio de Las Américas en Austin. Ahora, en 2024, esa tendencia ha seguido y el AMR24 está más bien lejos de los monoplazas y equipos más competitivos.

Ya lo de ganar está prácticamente imposible. Ya lo de puntuar está, también, más bien complicado. Al menos con los dos coches, pues Lance Stroll y Fernando Alonso están sintiendo en su piel lo que es pilotar un monoplaza nervioso e impredecible que, como su antecesor, va hacia atrás con cada mejora.

McLaren, la gran esperanza

Así es complicado. Complicado ahora y complicado el próximo año. Sin embargo, desde fuera llegan voces para la esperanza. Desde McLaren. Desde una escudería que ahora cuenta con el coche más completo de toda la parrilla pero que eran un completo desastre en Bahrein 2023. Quién lo habría pensado.

Zak Brown, su super jefazo, ha hablado en 'RacingNews365'. En palabras que recogen en 'SoyMotor', ha afirmado que por qué no. Que por qué no creer en Aston Martin.

"¿Aston Martin? Han caído para atrás, pero pueden volver a remontar. No hay motivos para no creer que otros equipos no sean capaces de hacer lo que hicimos nosotros", afirma.

Y es que en 2025 puede estar todo en un puño: "No me atrevo a descartar a nadie de los cuatro primeros. Va a ser una evolución".

En 2026, a saber: "Estoy emocionado, y nervioso. Tengo confianza en Mercedes, el motor es de nuestras últimas preocupaciones... pero el resto no sabemos dónde está".