Jacques Villenueve, campeón de F1 con Williams en 1997, ha hablado sobre la vez que probó el simulador de Alpine y lo mal que lo pasó, ya que sentía que estaba realmente montado en un Fórmula 1 real. El canadiense iba a probar el Alpine del año pasado en Monza y para ello tuvo que hacer trabajo de preparación en el simulador.

"Me dio náuseas. Cuando pisas el freno, tu cerebro piensa que estás en un Fórmula 1, olvida que estás en un simulador. Cree que estás lidiando con las fuerzas G cuando no es verdad. Se supone que deberías sentir peso en tu cabeza y en tus brazos, pero no lo sientes. En lugar de sentir el peso de los cinturones, sientes el peso del asiento, es lo contrario a lo que deberías sentir", explica en 'Racing News 365'.

"Entonces es cuando el cerebro hace 'Algo está mal ahí, es como si hubieras comido setas o algo. Por eso el cerebro intenta darte náuseas, cree que has tomado algo que no deberías. Mientras tu cerebro pueda disociar la parte real del simulador, entonces todo bien. Es cuando lo haces real cuando tu cerebro piensa que estás en un coche", señala.

En cuanto al test con el monoplaza real, quedó muy impresionado: "El coche fue en realidad muy estable, es bastante sencillo de pilotar, pero tiene mucho agarre. La velocidad... a tu cerebro le cuesta realmente comprender esto. Estás clavado al suelo y sientes como si estuvieras viendo una película que pasas rápido hacia delante. Es realmente impresionante".

Comenta que el simulador le ayudó a encontrar los puntos de frenada: "Tras las vueltas en el simulador y después de verlos pilotar, descubrí el punto de frenada. Pensé 'Vale, tu cerebro recuerda todo: las trazadas y todo de hace 15-16 años'. Incluso los carteles de frenada en los que debes frenar, todo está allí".

Para concluir, se sorprende con estos F1 modernos: "Incluso sin frenar, parece que un paracaídas está frenando el coche. No me acuerdo de haber tenido la oportunidad de pilotar un coche tan estable. Tenía miedo de no poder levantar la cabeza, pero lo logré hacer. Hoy me muero de dolor".

La Fórmula 1 ha cambiado mucho en las últimas décadas por los cambios de reglamento y es totalmente normal que un piloto que corriera en los años 90 sienta tanta diferencia en el momento que pilota un monoplaza actual.