Lance Stroll está en entredicho. Otra vez. Otra vez tras el GP de Qatar. Uno en el que acabó exhausto. En el que incluso llegó a desmayarse por el calor extremo en Losail al volante del Aston Martin. Tras un fin de semana en el que fue el piloto con más vueltas anuladas por los límites de pista.

Y tras el que sigue sin puntuar. Tres puntos lleva en los últimos seis Grandes Premios. Y cuatro veces consecutivas cayendo, además, en la Q1 en clasificación. Así, con un AMR23 cuesta abajo, es imposible para los de Silverstone frenar al ciclón McLaren.

Porque necesitan al mejor Alonso. Y porque, claro está, necesitan algo de Lance Stroll. De momento, poco.

Alonso suma el 80% de los puntos de Aston

Fernando, viendo la clasificación de pilotos, suma casi el 80% de los puntos que suma Aston Martin. Eso deja a su compañero con un escueto 20, mostrando la enorme diferencia que hay entre uno y otro.

Sin embargo, poco se habla de su futuro. De un futuro del que, de ser cualquier otro piloto, bien podría quedarse sin volante para 2024.

O al menos eso piensa Nico Rosberg. El campeón del mundo de 2016 tiene claro qué es lo que pasaría con Lance de no ser quien es.

"Si fuera cualquier otro piloto el año que viene estaba fuera de la F1", afirma.

Todo, por un motivo claro: "Viendo cómo van las cosas, y con el nivel de exigencia que hay..."

Stroll, hijo del dueño

Pero Stroll es el hijo del propietario de Aston Martin. Es hijo de Lawrence Stroll, y eso complica un poco las cosas en cuanto a que la escudería pueda plantearse prescindir de sus servicios.

Tendrán que analizarlo bien, pero puede haber un invierno bien caliente en los despachos de Aston Martin de sacar alguien el tema del futuro del hijo del dueño.