Fernando Alonso terminó como el último coche de todos los que pasaron por la bandera a cuadros en Imola. El asturiano, con ese Aston Martin 'mejorado', sufrió todo lo posible y más después de estrellar el coche en los Libres 3. Con el peor crono en la 'qualy', él ya sabía cómo iba a ser todo en el Emilia Romagna.
"Acabar y a casa", y eso sucedió. A pesar de que el coche mostró cierto ritmo en el 'stint' con las gomas medias, en el que mostró algo de velocidad en pista, entró en boxes en un movimiento rarísimo que parecía querer buscar la vuelta rápida. A él no le valía de nada, pero habría servido para quitársela a George Russell y a Mercedes.
Pero no, no era esa la idea que tenían en Aston Martin: "Intenté ayudar a Stroll para que hiciera la vuelta rápida... pero no nos hemos entendido muy bien".
Todo, para cerrar una prueba que fue un test de 63 vueltas para los de Silverstone: "Tratamos de dar datos al equipo con dos coches diferentes".
"En Mónaco, la carrera es el sábado"
"A ver si así pueden hacer un coche rápido para Mónaco. Allí la carrera es el sábado", dijo en clara referencia al carrusel de coches que se espera el domingo.
La clave está clara: "Hacer una vuelta perfecta para salir lo más arriba posible".
En 2023 casi se hace con la pole en la prueba del Principado. Luego, en carrera, en la memoria sigue estando esa parada para poner gomas de seco con la pista prácticamente encharcada. La victoria estuvo tan cerca...