Fernando Alonso ya puede respirar. El asturiano, tras ser llamado a declarar ante los comisarios por una "supuesta infracción del artículo 34.4 de la FIA", no va a recibir sanción alguna en Gran Bretaña tras la clasificación de Silverstone y mantiene esa décima posición en la parrilla de salida.

Y es que por un momento se temió lo peor con respecto al bicampeón. Una vez terminó la 'qualy', los comisarios abrieron investigación al asturiano y al Aston Martin. El motivo, trabajar en el llamado 'fast lane'.

Daban hasta la hora, "las 15:17", justo el momento en que Sergio Pérez había llevado a la grava su Red Bull provocando una bandera roja.

Tras escuchar a Alonso y a Aston Martin, los comisarios dictaron sentencia. Según su juicio, la sanción no tenía lugar porque a pesar de que el equipo tocó el coche de Alonso se llevó a cabo un protocolo para no poner a nadie en peligro.

Además, era cien por cien necesario al estar Fernando en una posición en la que o le empujaban o se quedaba en tierra de nadie ante el semáforo en rojo que había... y que le prohibía pasar a la pista.

Los comisarios, atendiendo a lo expuesto por Alonso y por Aston Martin, finalmente decidieron no sancionar ni a uno ni a otro.

Así pues, Fernando arrancará décimo en la prueba inglesa después de una complicada clasificación que acabó peor de lo esperado para los intereses de Alonso.