Y queda todavía. Queda aún todo el fin de semana en Austria. Queda, además, la próxima prueba en Silverstone en una semana. Sí, queda mucho. Queda demasiado para saber si sí o si no. Para saber si Aston Martin sale del túnel o si continúa en él. Tras Barcelona ya avisó Fernando Alonso. Ya avisó que esto que ha pasado podía pasar.

Que lo que ha sucedido en Spielberg, en una prueba en la que ya en 2023 empezó a mostrar cierta debilidad el sorprendente AMR23, era una opción más que posible. Porque no iba a haber cambios. Porque no iba a haber mejoras. Porque nada puede transformarse de manera radical en apenas siete días.

En el tiempo que ha transcurrido desde el descalabro en Cataluña a otro más en Austria. Así, como avance de lo que puede pasar en Gran Bretaña. Como travesía por el desierto hasta que llegue esa semana de parón hasta Hungría. Visto lo visto, a saber si esas 'mejoras' son suficientes...

Pasito a pasito, hacia atrás

Porque esto es lo que hay. Porque en San Marino fue la nada más absoluta y en Hungaroring la confianza es la que es a tenor de lo presenciado en el pasado. Y mientras, el resto aprieta.

Ya no solo los de delante, que están cada vez más lejos. Sino que también lo hacen los de detrás. En especial, los Alpine. Los ex de Alonso, que encontraron el rumbo en España y que en Austria, en la clasificación para el sprint, han accedido a la SQ3.

Fernando, por su parte, sucumbió en la segunda ronda clasificatoria. Pasó con muchos apuros la primera, con una pista en constante mejoría que le sirvió para no caer antes de tiempo. Pero es lo máximo.

Sí, esto es lo máximo. Una Q2. Una SQ2 en este caso. Un 'a ver si pasa algo' porque por ritmo no hay más que estar entre el 11 o el 14. En Austria, Alonso fue 13º con Lance Stroll 12º.

Promesas, solo promesas

Todo, con esas eternas promesas de las mejoras. De que en este Gran Premio tal o cual. Todo, mientras Aston Martin ha ido pasito a pasito hacia atrás. Hacia la zona media-baja de la parrilla. Ahí han llegado después de estar en la zona alta a comienzos de 2023 y de ser el tercer, cuarto o quinto mejor equipo a principios de año.

Toca, como dijo Fernando Alonso, trabajar duro. Dejar a un lado las promesas y ver la realidad. De momento, es complicada. Muy complicada... pero ya hasta Alpine está demostrando que con los movimientos adecuados se puede dar un gran paso adelante. A saber si en Aston Martin toman nota.