Causa añoranza recordar las temporadas 2005 y 2006 de Fórmula 1. Un país y una marea azul entregada a un jovencísimo piloto que era capaz de destronar al rey absoluto del 'Gran Circo', Michael Schumacher. España se rindió a Fernando Alonso, que se coronó bicampeón del mundo de manera consecutiva en plena hegemonía del 'Káiser'.

15 años después de lograr su segunda corona, el asturiano ha echado la vista atrás y ha recordado cómo vivió aquellos maravillosos años de batallas en pista con el teutón en declaraciones a 'F1-Insider.com'.

"Fue muy especial, porque nos estábamos volviendo cada vez más fuertes como equipo en Renault. 2003 ya fue bueno, 2004 fue aún mejor, en 2005 estábamos listos. Tenía 24 años en ese momento y pude derrotar a la leyenda de nuestro deporte", explica 'Magic'.

"Ocurrió antes de lo que esperaba y me hizo sentir enormemente orgulloso. Pero no fue fácil, toda mi vida cambió de golpe. Esto fue muy difícil de manejar. A esta edad, no puedes manejar todas las emociones todos los fines de semana", añade.

A su vez, Fernando ha apuntado la mayor lección que aprendió de su rivalidad con Schumacher: "Sobre todo, aprendí una cosa de él: ¡Nunca te rindas! Un ejemplo: en ese momento a menudo sucedía que los coches calzados con Michelin como nosotros o los neumáticos Bridgestone como el Ferrari de Michael podían tener grandes ventajas según el circuito".

"Sin embargo, cuando estaba en la pole, él siempre era segundo o tercero y no sexto. Sabía que si no podía ganar, estaba contento con el segundo lugar y gestionaba su carrera en consecuencia. Sólo estaba pensando en el Mundial y eso fue extremadamente instructivo para mí en ese momento"

"Siempre fue amable conmigo, nos teníamos mucho respeto el uno al otro. En 2006 se emocionó mucho después del último GP, ya que fue su última carrera en la Fórmula 1 por el momento. Pero, sin embargo, siempre me ha dado la sensación de que me estaba felicitando por mi éxito con todo su corazón y que debía disfrutar del título. Siempre decía: '¡Disfruta y diviértete!'", señala.

Paralelamente, Alonso ha vaticinado un futuro prometedor al hijo del heptacampeón, Mick: "De hecho, es algo especial tenerlo en la Fórmula 1. Tiene las mismas abreviaturas que su padre en el monitor de tiempo. Me parece muy conmovedor. Me gusta mucho, me gustan su formas, me gusta todo de su aparición en la Fórmula 1. Me recuerda mucho a su padre. En el lenguaje corporal, en las expresiones faciales, en casi todo. Sólo puedo desear que pronto tenga un coche competitivo. Entonces seguirá su camino".