"Wow": esta fue la escueta pero definitoria reacción de Fernando Alonso por radio en el Gran Premio de Italia cuando, tras preguntar si había algún problema en su coche en términos de entrega de energía, le dijeron que no detectaban nada.
Pocas vueltas después, Alpine le ordenó entrar a boxes para retirar el coche argumentando una fuga de agua en el motor, cortando la racha de 10 carreras consecutivas puntuando.
En declaraciones recogidas por 'Motorsport-Total', Alonso ha explicado el porqué de su reacción: "Obviamente, en la radio no quieres decir de manera clara que tienes un problema. Así que no estaba seguro de si esa era una respuesta real o sólo un código de perseverancia para seguir adelante. Pero al final no terminamos y no se puede hacer nada al respecto".
"Me pareció que no teníamos toda la entrega de potencia disponible en las rectas. No teníamos toda la energía y por eso fue una carrera difícil. Fue difícil mantener el ritmo en las batallas porque no éramos muy rápidos. Tenemos que investigar cuáles fueron las razones por las que no estuvimos a la altura de nuestras expectativas en Monza", ha señalado.
De no haber abandonado, el asturiano era consciente de que sus aspiraciones en carrera no irían más allá del noveno puesto: "Lo intentas todo, pero en las rectas sientes que algo pasa. Sólo esperaba que fuera suficiente como para llegar a meta. Desafortunadamente, hubiéramos sido décimos o, como mucho, novenos. De todos modos, hubiera sido bueno llegar al final".
"Ahora no estamos seguros de qué circuitos del calendario nos van a beneficiar. Todavía estamos luchando con McLaren por la cuarta posición en el campeonato de constructores. Por eso, espero que todas las carreras restantes estén reñidas con McLaren", ha zanjado el bicampeón del mundo.