Fernando Alonso ha dedicado toda su vida al mundo del motor. Al automovilismo. A hacer aquello que más le gusta. A disfrutar de la velocidad. De los monoplazas. De los coches en general. De la competición. El asturiano, en una charla con Aston Martin, su equipo, ha mostrado su lado más personal a la par que ha hablado sobre sus sensaciones en la F1.

Y es que, a sus 42 años, el bicampeón del mundo ha reconocido que tenía una idea en la cabeza que de momento no se ha podido cumplir.

"Soy muy familiar. Me encanta pasar tiempo con mi familia. En este momento de mi vida pensaba que tendría ya una familia. Que tendría hijos. Todas esas cosas", cuenta.

Pero nada: "Me encontré a los 42 años sin hijos todavía... pero hago lo que amo hacer".

"No me arrepiento"

"Hago lo que mejor se me da. Nunca he probado nada más que el automovilismo. Cuando me miro al espejo estoy feliz, con quien soy y con lo que hago. He sacrificado mucho por la F1, pero no me arrepiento", dice.

Porque Alonso tiene el motor entre ceja y ceja: "Hay un par de momentos en tu vida, en tu carrera, en lo que conectas con el coche de forma diferente. Es complicado de explicar, pero confías en el coche. Eres uno con el coche. Haces cosas que pensabas que no eran posibles al comienzo. Adelantar, tomar una curva de una forma que no era lógica..."

"Algunas cosas de este año, como las de 2012, es como entrar en una especie de región mística. Haces cosas que crees que son contrarias a las leyes de la física. Eso hace que años como este, como el 2023, sean más importantes. Sean muy especiales en mi vida", relata Alonso.

Ha firmado Fernando su mejor curso en la F1 desde 2013, desde que, con Ferrari, fuera subcampeón del mundo en el último título de Sebastian Vettel. El asturiano, en su primer curso con Aston Martin, cuarto con 206 puntos.