Dijo Fernando Alonso después del Gran Premio de España que en Aston Martin necesitaban trabajar y no promete. Menos hablar de las mejoras y más intentar entender qué le estaba ocurriendo al AMR24 para dejar de ser competitivo tanto en clasificación como en carrera.
Y este jueves, en el Gran Premio de Austria, asegura que el equipo verde ha lanzado mensajes "honestos" sobre sus opciones: "Hemos sido muy honestos. El equipo fue muy honesto el año pasado. Están iguales este año, somos realistas con nuestras posibilidades y nuestra situación y tratamos de mejorar. No hay una solución mágica de un día al otro, así que tenemos que trabajar duro".
Y cree que las preguntas sobre las mejoras deben ir para los jefes de Aston Martin: "Sería una pregunta para Mike Krack y Tom McCullough...".
No espera grandes novedades Fernando para este fin de semana: "Nada cambiará. Si tenemos suerte, lucharemos por algunos puntos. No podemos estar decepcionados, este es el lugar donde estamos. Queremos cambiar esto y mejorar lo antes posible".
Pero para él, eso significa un "gran desafío": "Creo que es un gran desafío. Creo que uno de los más importantes de la temporada".
"El estrés de conseguir que todo sea perfecto será enorme. Y luego el tráfico. Es uno de los circuitos más cortos del calendario, por lo que será difícil colocar los 20 coches en la Q1", apunta el compañero de Lance Stroll, recién renovado.
Porque en Montmeló el resultado fue terrible: "En Barcelona hay curvas más largas y más o menos sabemos dónde estamos en este momento, entendemos los déficits del coche y en Barcelona sabíamos que iba a ser un fin de semana difícil como lo será aquí en Austria y Silverstone".
Y no es optimista de cara a Austria: "Creo que los tres de este triplete tienen características de pista muy similares, por lo que esperamos tiempos un poco difíciles".