Veinte años dan para mucho. Y si hablamos de veinte años en Fórmula 1, para mucho más. 378 Grandes Premios, 32 victorias, 106 podios y dos campeonatos del mundo. Esos son los números de Fernando Alonso durante toda su trayectoria en Fórmula 1. Sin embargo, cuando hablamos de relaciones personales, el Gran Circo no es quizá el mejor sitio para encontrarlas.
Al otro lado del garaje, el asturiano ha podido trabajar con las caras más variopintas de los últimos tiempos en la máxima categoría del motor. Se suele decir que el roce hace el cariño, pero cuando hablamos de pilotos de Fórmula 1, es más complicado que ese cariño florezca.
Así lo ha comentado el propio Fernando Alonso, quien reconoce que este es un mundo difícil para forjar amistades: "Me puede caer bien o genial alguien, pero no me iría a unas vacaciones con él o no me iría a esquiar, no haría planes. Es difícil".
Sin embargo, el bicampeón del mundo ha reconocido que hubo un piloto con el que sí consiguió alcanzar un trato más personal: "Amigos pilotos… yo diría que con Fisichella tengo una amistad, y fueron los años de Renault y un poco surgió gracias a Flavio Briatore también".
"Esas partidas de cartas, esos viajes a Kenia a casa de Flavio para hacer la pretemporada. Necesitas también un jefe que tenga ese carisma y que pueda unir al equipo. Con Fisichella sí puedo decir que tenga esa amistad", comentaba el asturiano sobre su compañero en Renault en 2005 y 2006.