Fernando Alonso anunció su fichaje por Aston Martin el pasado mes de agosto cuando la escudería británica marchaba séptima en el Mundial de Fórmula 1.
En aquel momento, casi nadie confió en que el equipo verde pudiera brindarle al bicampeón de F1 lo que tiene ahora: una espada con la que el samurái puede luchar por podios y, con permiso de Red Bull, por victorias.
De hecho, las voces autorizadas del 'Gran Circo' elucubraban con un gran avance de Aston Martin, pero en lugar de para luchar contra Ferrari y Mercedes, para disputarle el cuarto puesto a Alpine.
Pues bien, tras dos podios en las dos primeras carreras del año nadie duda del potencial de los de Silverstone. De hecho, desde el resto de garajes se respira cierta envidia hacia ellos.
Es el caso de Alpine, exequipo de Alonso. Su director deportivo, Alan Permane, ha explicado que "no es satisfactorio que no estemos donde queremos estar en términos de ritmo".
"Queremos ser un poco más rápidos que eso, estar arriba luchando con esos equipos", ha explicado en declaraciones a 'Motorsport'.
"Creo que estamos más cerca de Ferrari y de Mercedes que el año pasado. Todavía no lo he analizado bien, pero estoy seguro de que estamos más cerca de Ferrari, porque el año pasado por estas fechas ellos estaban luchando por victorias", ha añadido.
Permane pone el ejemplo del equipo de Fernando: "Obviamente, Aston ha dado un gran salto, y somos el quinto equipo más rápido, que no es donde queremos estar. Nuestro objetivo era estar más cerca del tercer puesto. De momento no es así.
"No es donde queremos estar, y creo que Aston Martin ha pillado a todos por sorpresa por el salto que han dado", ha incidido el francés.
"Es frustrante. Pero solo tenemos que seguir trabajando duro e introducir mejoras y lograr la carga aerodinámica. Y eso nos funcionó muy bien el año pasado", ha zanjado.
Siete meses después, ha quedado claro que Fernando Alonso sabía lo que hacía cuando fichó por Aston Martin. De hecho, el asturiano cree que el salto de su equipoes aún mayor que el de BrawnGP en 2009, equipo que se alzó con el Mundial cuando nadie apostaba un euro por ellos. ¿Será el caso de los británicos?