"Ya no podemos soportarlo más". Estas palabras de Mattia Binotto, jefe de Ferrari, demuestran el hartazgo que tienen los equipos que no se juegan nada en este final de campeonato, donde ya todos trabajan en 2022.
"Lo que teníamos que aprender, ya lo hemos aprendido. Ya no estamos desarrollando nada y es inevitable que estemos luchando por abrir un capítulo diferente con un coche nuevo", dice el italiano en 'Corriere dello Sport'.
Porque Ferrari reconoce que no ha desarrollado este coche que conducen Carlos Sainz y Charles Leclerc: "Nunca hemos desarrollado realmente el coche actual. Introdujimos un par de novedades al comienzo de la temporada y eso es todo".
A excepción del motor "con vistas a 2022": "Por lo que todos nuestros esfuerzos desde el comienzo de la temporada siempre han sido el monoplaza de 2022, nunca lo hemos comprometido".
"Digamos que nunca se nos ocurrió ni siquiera en algún momento intentar penalizar el 2022, en beneficio del 2021", dice el jefe de la mítica escudería italiana, que quiere volver a pelear por todo con la nueva normativa.
Ferrari es tercero en el mundial de constructores, su único objetivo este curso: "Creo que, si hoy estamos alcanzando el tercer puesto, es porque la forma en que está trabajando el equipo en varios fines de semana ha mejorado mucho desde el inicio de la temporada y no porque el coche en sí se haya desarrollado".