Y al final ha pasado lo que tenía que pasar. Al final, la razón ha llegado a la FIA. Ha llegado a dirección de carrera. La razón ha dado lo quenunca se le debió quitar a Fernando Alonso. Lo que no se le debió quitar de la forma en la que se lo quitó. Porque su sanción, una de 10 segundos que le dejó sin podio, llegó al final del GP de Arabia Saudí. Llegó en un momento en que él no podía hacer absolutamente nada.
En que no podía aumentar su ventaja con el cuarto clasificado. Él lo dijo, lo dijo en 'DAZN' tras terminar la carrera. No lo sabía. No tenía ni idea de nada. Porque, de haberlo sabido todo podría haber sido diferente.
Porque ya no tenía capacidad de reaccionar. Porque, cuando al final de carrera le dijeron que por si acaso le sacase 5 segundos a George Russell lo hizo. En apenas unas vueltas, pasó de 4,5 a 5,2. Suficiente, pensó. Suficiente, pensaron. Pero no, no lo fue.
Y, de repente, un gato
No lo fue porque en el momento de hacer su parada en el safety car, cuando debía cumplir los 5 segundos de sanción por colocarse mal en el cajón de salida, el gato trasero tocó su AMR23. No hubo trabajo alguno, pero lo tocó. Y eso es algo que no se puede hacer.
En la FIA no se dieron cuenta. Y no, no pasó en la vuelta 48. Pasó en la 19, con 31 por disputarse. Con más de una hora aún por correr en la pista de Jeddah. A pesar de todo lo que restaba, nada. Ni una comunicación. Solo un aviso de Mercedes a Russell para que apretase por si acaso. A saber si ellos sabían cosas...
"Si llego a saber que son 10 segundos..."
Pero dirección de carrera no. Y Alonso tampoco. Fernando, en sus declaraciones posteriores a la carrera de Arabia Saudí, ya dejó un par de palos para la FIA. No por la sanción, sino por cuándo llegó la sanción. Porque llegó tarde. Muy tarde. Y él lo tenía claro.
"Si llegó a saber que tengo 10 segundos de sanción le meto 11 ó 12 a Russell", afirmó de forma rotunda entre mensaje y mensaje para la FIA. "Se ve que no han tenido tiempo tras 35 vueltas...", insistió.
El 'no trabajo' ha convencido a la FIA
Aston Martin se puso a trabajar. Mike Krack, en 'DAZN', ya dijo que la batalla no estaba perdida. Que todavía había esperanza. Su argumento, recogido por la FIA, que el contacto no significó que hubiese "trabajos" en el coche. Y es así, el impacto parece más fortuito que buscado.
Eso ha sido lo que ha convencido a la FIA, que finalmente y después de más de tres horas desde que Alonso se subiera a un podio que le terminaron quitando, le ha devuelto una más que merecida tercera posición. A él y a Aston Martin, que es ya claramente el segundo mejor coche de la parrilla del Mundial de Fórmula 1.
Aston Martin es el segundo coche del Mundial
Porque es así. Porque el coche verde es una realidad. En Arabia Saudí, en una pista en la que supuestamente no deberían ir tan bien como en Bahrein por la ausencia de curvas medias y lentas, fueron la gran alternativa a Red Bull. En la salida, incluso Alonso se permitió liderar la prueba tras superar a Sergio Pérez.
Cuando tuvo DRS fue otra historia. Porque los Red Bull juegan en una división diferente. Pero los Ferrari y los Mercedes no, y con ellos Alonso hizo lo que quiso. ¿Que tenía que meterles tiempo? Lo hacía, y sin esfuerzo. Y si tenía que guardar gomas, sin problemas.
Y lo que queda...
Sí, una exhibición de 50 vueltas para llegar de nuevo al podio. Para sumar su segundo podio del curso y entrar así en el 'club de los 100'. Y lo mejor es lo que todavía queda por llegar... porque Aston Martin tan solo tiene a Red Bull por delante. Porque Fernando, por fin, tiene el coche que se merece.