Lo mejor del GP de México, para Fernando Alonso, es que ya se ha terminado. Es que ya se ha acabado. Es que ya está. Que ya es un adiós al menos hasta 2024. Porque vaya fin de semana. Vaya 'via crucis'. Vaya desastre. Enorme desastre. Uno que se veía venir desde hace tiempo y que ha dejado claro que lo de EEUU fue un espejismo. Fue un oasis en medio del desierto.
En medio de arena. De la nada. De un lugar que parece no pueden abandonar por más mejoras, o evoluciones, que traigan y busquen traer en el monoplaza. Porque algo ha pasado. Porque no es normal. Porque ir para atrás, o que otros te adelanten es una opción... pero que todas las grandes virtudes de tu coche desaparezcan de un plumazo es, cuanto menos, extraño.
Así ha sido desde verano. Con la excepción de Países Bajos, Aston Martin no ha ido bien en ninguno de los Grandes Premios en los que, en Bahrein, se dijo que podrían rendir. Ni Hungría. Ni Singapur. Nada. En ninguno. Las pistas malas son muy malas. Las pistas buenas también son un problema. Y si a eso le unimos México...
Alonso en México, cuatro abandonos en siete carreras
Porque en México no es precisamente el lugar en el que Alonso más disfrute. De siete carreras, contando esta, ha puntuado tan solo en dos (3 unidades), con cuatro abandonos y un cero. En este 2023, trompos, salidas de pista y un sufrimiento que ha llevado a Fernando, al Fernando que lleva 20 temporadas y que ha ganado prácticamente todos los años a su compañero de equipo, a decir que no estaba en su mejor momento.
Entre eso y el AMR23 hicieron el cóctel perfecto en el Hermanos Rodríguez. Desde la salida, un desastre. No adelantó a nadie, y perdió posición con Magnussen. Desde ahí, era como un cono en la pista. Todos le superaban. Daba igual el compuesto que llevasen o el monoplaza que pilotasen. Daba igual, incluso, que ya hubieran hecho su parada en boxes.
La mala suerte parecía ampliarse tras su paso para cambiar neumáticos. Ahí, justo después, 'safety car'. Bandera roja después, con lo que hubo salida en parado y todo se igualó de nuevo. Pero nada, dio batalla cuanto pudo y al final pasó lo que tenía que pasar.
Radio del equipo... y al garaje
"Retira el coche", le dijeron por radio en Aston Martin viendo que para lo único que estaba sirviendo el Gran Premio era para acumular kilómetros en el motor.
Así terminó todo para Alonso. Así cierra Fernando su participación en una prueba, la de México, que ha sido un fin de semana de puro terror. Un fin de semana de Halloween.