Cada día son más las voces que piden la marcha de Christian Horner. El jefe de Red Bull está en el ojo del huracán por un supuesto "comportamiento inapropiado" en el trato con una trabajadora del equipo, y su continuidad como máximo mandatario de la escudería está en entredicho.

En los próximos días, la empresa auditora encargada de la investigación del caso emitirá un informe en el que, al margen de las posibles consecuencias legales, se dirimirá si el dirigente inglés ha infringido los códigos de conducta establecidos por Red Bull, lo cual le podría conducir de forma inevitable a la dimisión.

Son varias las voces, tanto dentro como fuera del equipo, las que han pedido que se aclaren los hechos. Los últimos en hacerlo han sido los responsables de Ford, que será el suministrador de motores de Red Bull a partir de 2026. Jim Farley, director ejecutivo de la marca estadounidense, ha exigido una solución inmediata al caso a través de una carta a la que ha tenido acceso 'Associated Press'.

"Estoy cada vez más frustrado por la falta de resolución o indicación clara de su parte sobre cuándo habrá una resolución justa y equitativa de este asunto", ha dicho Farley.

"También estamos frustrados por la falta de transparencia en torno a este asunto con nosotros, sus socios corporativos, y esperamos recibir un informe completo de todos los hallazgos", ha añadido.

El máximo responsable de Ford asegura que los valores de su compañía "no son negociables" y lanza una advertencia muy directa a Red Bull.

"Es imperativo que nuestros socios de carreras compartan y demuestren un compromiso genuino con esos mismos valores. Mi equipo y yo estamos disponibles en cualquier momento para discutir este asunto. Seguimos insistiendo y confiando en una resolución que todos podamos respaldar", ha concluido Jim Farley.