Mercedes mejoró en el Gran Premio de Arabia Saudí. George Russell llegó incluso a tener en sus manos el trofeo del tercer lugar tras la sanción a Fernando Alonso, pero lo perdió por la rectificación de la FIA. Una prueba de que las flechas de plata habían dado un salto adelante.
Sin embargo Lewis Hamilton no se sintió cómodo con la configuración del coche, que llegó a calificar de "incorrecta" y habló de suerte. Algo que no ha gustado nada a Russell, que ha respondido en la rueda de prensa previa al Gran Premio de Australia de este fin de semana.
"No creo que haya sido suerte en absoluto. Simplemente se debe a la preparación que haces antes de la carrera", ha dicho el joven piloto.
Y explica esos cambios de configuración: "Sabía que los cambios que hicimos de la noche a la mañana iban en la dirección correcta con el trabajo que hicimos con el equipo. Y creía que iba a ser mejor que la configuración por la que optó Lewis".
"Creo que todo el mundo tiene diferentes preferencias, estoy contento con la dirección que tomé y el trabajo que estoy haciendo con los ingenieros", insiste Russell, que parece no querer saber nada de la manera de trabajar del siete veces campeón de la F1.
El equipo de Toto Wolff, cuyo futuro está en el aire después de los resultados de la temporada pasada y el comienzo de ésta, ocupa el tercer puesto en la clasificación de constructores. Los mismos puntos, 38, que posee Aston Martin y 12 por encima de la escudería Ferrari.
En Mercedes se habló de cambiar al completo el concepto del monoplaza. Un plan que podría haber cambiado después de lo ocurrido en Arabia Saudí. En Albert Park será una prueba fundamental para decidir qué hacer: si cambiar el concepto de los coches de Hamilton y Russell o no.