Carlos Sainz tienen un nuevo podio en la Fórmula 1. El madrileño ha luchado hasta la última vuelta de este GP de Miami, nuevo GP de Miami, con un Sergio Pérez que tenía mejores neumáticos que él pero que ha terminado cediendo ante un piloto de Ferrari excelso en su defensa.
Y venía de dos ceros en las dos últimas carreras. Venía, además, después de un accidente en los Libres que hicieron que rodase menos que los demás. Y tenía por delante una carrera, complicada, en la que poco o nada se sabía en lo relativo a la gestión de neumáticos.
Sainz cedió en la salida ante Verstappen. Salía por la zona menos buena, y Max le ganó la posición en una complicada decisión de si atacar o de si no atacar a Charles Leclerc en el arranque.
Luego el hueso era Sergio Pérez. Y no es un hueso cualquiera. El Red Bull es un coche más que completo, y la demostración la dio un Max Verstappen que no tuvo demasiado problema en quitarse a Charles Leclerc para liderar, y luego ganar, la carrera de Miami. El azteca, eso sí, no pudo.
No pudo porque Sainz mejoraba con cada vuelta que pasaba, y porque tuvo un problema de potencia que hizo que Carlos pudiera respirar y dejar de tener que mirar a los retrovisores. Eso fue así hasta el VSC, y hasta que el 'safety car' puso a todos en fila. En ese momento, Pérez tenía un neumático medio.
Sainz, el más listo
Problemas. Quedaban unas diez vueltas. En la relanzada, Sainz probó trazadas diferentes, con el riesgo que conllevaba viendo el estado de este asfalto, para frenar a Checo. y cuando había DRS, Carlos fue el más listo de la clase.
Porque Pérez tendrá más experiencia, pero se tiró desde lejísimos. Desde tan lejos que se pasó de frenada y se fue por fuera. Sainz lo tenía hecho. El azteca no tenía ya DRS y Carlos tenía a tiro un podio más.
Verstappen, agotado
Lo logró, y en el cajón de Miami había dos pilotos de Ferrari más Max Verstappen. El neerlandés terminó tocadísimo y agotado, en una carrera que fue muy dura para todos.