Red Bull ha firmado un inicio de temporada de récord. Han sido el equipo que ha liderado con más superioridad sobre sus rivales desde el inicio de la era híbrida en 2014, y en el Gran Premio de Austria buscarán batir un récord aún más importante.
Es, ni más ni menos, el récord de más victorias consecutivas. Actualmente lo ostenta Mercedes, que ganó las ocho primeras carreras de 2019, también con una superioridad asombrosa.
La carrera se resolvió con un duelo épico entre Max Verstappen y Charles Leclerc que acabó con el neerlandés arrebatándole al de Ferrari la primera victoria de su carrera a falta de tres vueltas.
Hay muchas similitudes entre la situación actual del campeonato y cómo llegaron a aquella carrera. Mercedes sufrió para lograr la victoria en Canadá. De hecho, Hamilton ganó gracias a una polémica sanción a Sebastian Vettel.
Este año, Fernando Alonso se quedó a tan solo nueve segundos de Verstappen en Montreal, y eso que tuvo que gestionar un problema con el combustible.
Además, supuso un punto de inflexión en la temporada 2019, ya que a partir de ese gran premio, tanto Red Bull como Ferrari igualaron el nivel de Mercedes, arrebatándole varias victorias en la segunda mitad del año. Este 2023, Aston Martin ha seguido una evolución muy similar.
El Red Bull Ring juega a favor de Aston Martin
A pesar de que el circuito es propiedad de Red Bull, sus características no permiten sacar todo el rendimiento del RB19, mientras que pueden portenciar las de Aston Martin.
Se caracteriza por tener frenadas fuertes y curvas lentas y de media velocidad, igual que Montreal, donde pudimos ver la carrera más igualada de la temporada.
De hecho, en 2022, el Gran Premio de Austria fue uno de los pocos en los que Red Bull no pudo plantar cara a Ferrari. Por lo tanto, Fernando Alonso y Aston Martin tienen motivos para pensar que la victoria es posible en Spielberg.