Desde el curso pasado es habitual que los pilotos de la Fórmula 1 se arrodillen en la línea de meta en protesta contra el racismo, dentro del movimiento Black Lives Matter. Volvió a ocurrir en el GP de España del pasado fin de semana, pero no todos por el mismo motivo.
Nikita Mazepin, piloto rookie de Haas, también se arrodilló, pero ahora se ha conocido que no lo hico contra el racismo. Él mismo lo explicó en unas declaraciones que han dejado a todos con la boca abierta.
Porque Mazepin se arrodilló en homenaje a las víctimas rusas de la Segunda Guerra Mundial: "Decidí arrodillarme para mostrar respeto a esos veteranos y personas que perdieron la vida hace 76 años en la guerra".
"Esta festividad es muy importante. Mi familia, mis abuelos, participaron en la guerra. Ayer vi las estadísticas que decían que es un día festivo que es incluso más importante para los rusos que el Año Nuevo", afirmó el piloto ruso, que sigue yendo a contracorriente de la parrilla.
A nivel deportivo, Mazepin sigue teniendo muchos problemas en la pista. Sus salidas hacia la tierra son constantes y muchas son las quejas por su conducción. En Montmeló se llegó a ver algo nada habitual en la F1: Toto Wolff, jefe de Mercedes, pidiendo por radio a dirección carrera que le enseñara las banderas azules porque Lewis Hamilton no podía superarle.