Fernando Alonso se ha convertido en el gran líder de Aston Martin. En el gran líder tanto dentro como fuera de la pista. En ella, sus resultados hablan por si solos con ocho podios y con 206 puntos. Con su mejor resultado en F1 desde 2013. Desde aquella época en Ferrari. Fuera de la misma, por todo lo que ha aportado a una escudería en crecimiento que necesita de toda su experiencia.
Y es que en los momentos más complicados es cuando se ve la grande de un piloto. De un profesional. De un corredor como Fernando Alonso. De un bicampeón. De alguien que lleva más de 20 años en la F1 y que sabe lo que es trabajar en equipo. Que lo ha hecho. Que además cuando así ha sido ha salido vencedor.
Que se lo digan a Toyota. Que se lo digan a los nipones en el WEC. Que recuerden cómo Alonso realizó un año que acabó con título y dos triunfos en las 24 Horas de Le Mans. Experiencia. Es la clave.
"Antepuso al equipo"
Intentó llevarla a Alpine, pero allí las cosas eran como eran. En Aston Martin, sin embargo, es diferente. Es una familia. Se ha encontrado un entorno en el que todos saben la dirección en la que hay que remar. En el que todos saben, además, cómo hay que remar.
Es algo que ha alabado Mike Krack, sabedor de esos momentos en los que las cosas no iban tan bien. Sabedor, además, de que entre compañeros siempre puede haber fricciones.
"Alonso y Stroll antepusieron al equipo. Para nosotros, eso es todo", afirma Mike Krack, jefe de Fernando Alonso en Aston Martin en palabras recogidas en 'Motorsport'.
Y valora, y mucho, lo que han logrado: "Saben que tenemos nueve rivales, rivales importantes, y que no ganamos nada con luchas internas".
"Es algo realmente útil. Debemos darles todo el mérito a ambos, por cómo han gestionado todo", sentencia.
La reciprocidad que ha existido entre Alonso y Stroll ha sido clave en el gran año de Aston Martin. No han sido pocas las ocasiones en las que Fernando ha ejercido de maestro del joven canadiense, y lo mismo puede decirse al revés.