El campeonato se le pone cada vez más difícil a Lando Norris. Después de desaprovechar varias victorias con el coche más rápido, la última de ellas en Monza, el de McLaren tenía este fin de semana una nueva oportunidad para recortar puntos a Max Verstappen, pero lo tendrá prácticamente imposible tras su desastre en la clasificación, ya que saldrá desde la decimoséptima posición.

En el tramo final de la Q1, el británico esperó hasta el último momento para hacer su vuelta rápida. Los tiempos del primer y segundo sector eran realmente buenos, pero en un circuito urbano siempre existe el riesgo de que una bandera amarilla te arruine la vuelta, y eso es precisamente lo que le ha pasado a Lando.

Cuando el de McLaren entraba en la recta de meta, Esteban Ocon chocó contra las protecciones, sufriendo daños en su Alpine. El francés se apartó correctamente de la trazada, pero los comisarios decidieron sacar la bandera amarilla, obligando a Norris a frenar y, por lo tanto, haciendo imposible que pudiese mejorar su tiempo.

Tras la clasificación, el piloto británico ha explicado lo sucedido: "El coche iba bien, todos han hecho sus segundas vueltas y yo no, así que ha sido mala suerte. Tuve que levantar".

No obstante, el de Bakú es uno de los circuitos en los que es más fácil adelantar, por lo que Lando Norris todavía tiene opciones de sacar un buen resultado de Azerbaiyán.

"Es lo que hay, pero queda mucha carrera por delante, tenemos buenos neumáticos guardados para usar en carrera, así que intentemos ser optimistas y veamos qué podemos hacer mañana. No he estado pensando en la carrera, para ser sincero, para eso es la reunión de esta noche, pero sí, todavía tengo la esperanza de que podemos conseguir un buen resultado", ha concluido Lando Norris.