El Gran Premio de Arabia Saudí de este fin de semana va a a mantener la incógnita hasta que arranquen los primeros libres este viernes. El circuito, construido a contrarreloj en los últimos meses, presenta un aspecto y unas particularidades diferentes al resto de trazados urbanos del calendario.
Con una recta principal de poco más de 600 metros, curvas en las que se pisa el acelerador al fondo y los muros pegados al asfalto, los promotores de Yeda esperan muchos adelantamientos, pero las sensaciones de la parrilla son bien distintas.
Por un lado, algunos pilotos como Fernando Alonso creen que, al igual que en otros trazados urbanos como Mónaco o Bakú, no será fácil adelantar.
"Siempre es un desafío mayor encontrarse con un circuito nuevo porque hay que improvisar constantemente, en entrenamientos y carrera. Hay tres zonas de DRS, pero como en todos los circuitos urbanos será difícil seguir los coches, y difícil de adelantar, hay muchos elementos desconocidos, el agarre de la pista, y sí es nuevo, es un desafío extra, pero saber si me va bien o no es complicado, hay muchos elementos desconocidos", ha explicado el bicampeón del mundo.
En contraposición, otros como Charles Leclerc creen que la velocidad del circuito favorecerá los adelantamientos "porque hay tres zonas DRS y son largas. Creo que un tercio del recorrido es con DRS, así que no creo que los adelantamientos sean extremadamente difíciles como es habitual".
"Verdaderamente creo que será una pista complicada para todos los pilotos, de gran velocidad y con los muros tan cerca que no perdonará el mínimo error. Va ser una carrera muy delicada", ha añadido.
El monegasco primero quiere 'catar' el terreno para dar su veredicto: "Hasta que haya hecho las primeras vueltas mañana. Hasta ahora sólo lo he hecho en simulador, pero hasta que ruedas de verdad no tienes una idea precisa sobre tus posibilidades".