Vuelta tres de carrera. Se decide reanudar con una salida en parado después de la bandera roja provocada por los múltiples accidentes de la primera vuelta en un trazado bastante mojado.
A la que salen los pilotos para la vuelta de formación, notan que el asfalto se ha secado y es momento de cambiar los neumáticos intermedios con los que todos habían salido por los secos. Todos menos uno, Lewis Hamilton, quien lideraba la carrera.
Mientras todos entraban al 'pit lane' el británico se situó en su puesto de salida, sin nadie por delante y solo el coche de seguridad por detrás. Una salida de uno, lo nunca antes visto, aunque en el pasado llegamos a ver una situación parecida que quedó para la historia.
Más Noticias
- El padre de Max Verstappen también se acuerda de la prensa inglesa: "Esos periodistas..."
- Jorge Martín, convencido de que está haciendo historia con Pecco Bagnaia: "Nuestra pelea..."
- ¿Nuevo dardo de Briatore a Aston Martin? "Algunos retroceden en lugar de avanzar..."
- Un piloto de Honda explota: "La moto me ha provocado quemaduras en las piernas"
- Un surfista pierde la pierna tras el ataque de un tiburón en una playa de Hawái
Desde hace varios años la F1 tiene contrato con Pirelli para ser el distribuidor único de los neumáticos, pero allá por 2005, Michelin y Bridgestone proveían cada uno a varios equipos.
Cada marca tenía una presión y dureza diferente y en el GP de Indianapolis de ese año los Michelin eran incapaces de aguantar varias vueltas sin reventar en la zona del óvalo, curva que sometía los neumáticos a un estrés irresistible para las características de los compuestos que ofrecía la empresa francesa.
De todos los equipos de la parrilla solo tres llevaban Bridgestone, así que la mayoría de las escuderías presionaron a la FIA para que se produjera un cambio en esa curva que no supusiera un peligro para la integridad de los pilotos, como ya sufrió en los entrenamientos Ralf Schumacher al chocar contra el muro exterior a más de 200 km/h.
No se produjo ninguna modificación del trazado y los equipos Michelín decidieron algo drástico y arriesgado: dar la vuelta de formación y volverse a meter a los boxes renunciando a participar en la carrera.
La imagen se convirtió en uno de los mayores escándalos recordados en la F1, con solo seis pilotos frente al semáforo en la arrancada y los mismos rodando las vueltas de la carrera.
Volviendo a la actualidad, el GP de Hungría de 2021 deja una situación más llamativa por la imagen que por la repercusión, porque a pesar de que en la resalida solo hubiera un piloto en su posición de salida, los demás coches que entraron a hacer su 'pit stop' salieron de vuelta a la carrera.
Una decisión mucho mejor que la tomada por Hamilton y Mercedes, a los que seguramente se les escapó la victoria en ese preciso instante en el que se quedaba solo.