A buen seguro que Fernando Alonso sigue pensando que qué habría pasado de no haberse encontrado con Sebastian Vettel en la Q2 del GP de Austria. Qué habría pasado si en vez de salir 14º hubiera podido arrancar más arriba. Mucho más arriba. No pudo ser, pero aunque el propio asturiano dijo que el fin de semana estaba ya perdido ha logrado rascar un punto que sabe a gloria.
Porque tenía ritmo, tenía mucho ritmo Alonso en este Gran Premio. Un ritmo que demostró en cuanto cambió el medio por un duro que al Alpine le sienta como un guante. Fernando, con una estrategia como la de los demás salvo Sainz y Raikkonen, con duros, y alguno que otro que salió con blandos, ganó cuatro posiciones con respecto a su puesto de salida.
Hizo lo que tenía que hacer, veterano como es. Alargó al máximo su parada con medios, sufriendo tras un Kimi que despidió la carrera embistiendo a Vettel, y luego, a pesar de su mal 'pit stop', empezó a volar con el neumático blando.
Alonso vs Russell, espectáculo en Austria
Con él, a adelantar. Primero a Stroll, que falló estrepitosamente ante el acoso de Fernando. Luego, a otros tantos que no cuidaron tan bien sus gomas. Y finalmente, a George Russell, en el duelo de pasado, presente y futuro de la Fórmula 1.
El inglés estaba décimo, defendiendo como podía el punto. El primer punto que habría podido sumar con Williams... pero no. Lo intentó todo, pero finalmente no pudo parar al huracán Alonso con el Alpine.
Protegió cada zona de la pista, pero Alonso, veterano, cocinó a fuego lento su adelantamiento. Al final, con más velocidad por el DRS y con unas trazadas diferentes a las del resto, se puso por delante.
Un punto... que podrían haber sido más
Y le sacó hasta 5 segundos en las pocas vueltas que le quedaban para ver la bandera a cuadros. Sí, si saliendo 14º ha logrado lo que ha logrado, a saber qué habría pasado si, como él pensaba, hubiera sido quinto o sexto.
Más aún sabiendo que Hamilton tuvo infinidad de problemas que le hicieron acabar cuarto y pidiendo la hora... El Mundial se va pintando de azul por Red Bull y de naranja por Verstappen.
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