Torcido comenzó el día para Fernando Alonso en Imola y más torcido acabó. Tras su accidente en los Libres 3, accidente que dejó el coche más daño de lo que en un momento parecía, en Aston Martin se pusieron el mono de trabajo para tener el monoplaza listo para la clasificación. Lo lograron, pero...
Pero no hubo manera. El asturiano, en su primer intento, marcó el séptimo mejor crono pero no pudo volver a hacer registro alguno conforme la pista mejoraba.
Cuando se disponía a hacerlo, volvió a irse a la grava con un coche con poca estabilidad al que el rebufo que le dio un McLaren le cogió por sorpresa. Se fue largo. Se fue a la arena. Se fue de nuevo a boxes para cambiar neumáticos y volver a intentarlo.
"Los mecánicos..."
Tampoco. No mejoró en el primer sector, y fue su propio equipo el que le dijo que era conveniente que se frenase. Eso fue lo que hizo.
Tras esto, y en un fin de semana en el que se esperaban mejoras múltiples en su AMR24, Alonso mandó varios mensajes. Uno de ellos, de ánimo.
Porque bien sabe el tremendo esfuerzo que hicieron en el garaje para reparar su coche de cara a clasificación, y eso es algo que Fernando reconoció.
"Los mecánicos, tras el trabajo que han hecho, merecían algo mejor", afirma Alonso.
Y luego, ya pensando en Mónaco: "El coche parecía más rápido antes del accidente. Aquí la carrera será dura, pero llegaremos mejor preparados para Montecarlo".