Desde que arrancó la 'era híbrida' en Fórmula 1 en 2014, Mercedes ha mantenido un monopolio en el Mundial de pilotos y constructores que tan solo ha conseguido derrocar Red Bull y Max Verstappen en el último año de normativa.

Ahora, con el nuevo reglamentoimplantado en el 'Gran Circo', la escudería germana no ha dado con la tecla en la fábrica y, al contrario que en la anterior era, no están al frente en la parrilla.

Tal y como ha explicado Toto Wolff, jefe del equipo, después de lo visto en el Gran Premio de Baréin se puede afirmar que están a "medio segundo" de Ferrari y Red Bull.

¿El motivo? La escasa carga aerodinámica del W13, que unida al tremendo 'porpoising' que no han conseguido aún solventar los ingenieros de Brackley disminuye directamente el efecto suelo.

Sus casi inexistentes pontones sorprendieron a todo el paddock en los test de pretemporada, y desde el equipo mantienen fija su idea, pero el problema también radica en la unidad de potencia.

Congelada hasta 2026 desde el 1 de marzo, los equipos no podrán mejorar el motor y después de lo visto en Sakhir con McLaren, Aston Martin y Williams, todos propulsados por Mercedes, su rendimiento dista mucho de los Haas o Alfa Romeo (Ferrari) y AlphaTauri (Red Bull).

"Nos dimos cuenta muy tarde de que teníamos un problema importante. No le dimos importancia porque a Baréin llevaríamos un paquete muy grande, así que no miramos a los números en Barcelona como debimos hacerlo. Ahora estamos en el proceso de aplicar la ciencia, la física, no hay mística aquí", señaló tras la primera carrera Wolff.

"Nos falta medio segundo a una vuelta, ahí nos veo, pero sabemos dónde estamos perdiendo y ha empezado la remontada. Siempre estuvimos en la misma liga de gasto que Red Bull y Ferrari, y ahora también, si bien la parrilla se apretará por detrás. Pero si desbloqueamos el potencial que tiene este coche estaremos con los de delante, no tengo dudas. Entendemos mejor dónde están las desventajas, básicamente en todas las áreas, y tenemos que recuperar tierra, centímetro a centímetro", añadió.

El jefe de Mercedes es consciente de que antes de integrar un nuevo paquete de mejoras deben comprender al 100% el coche: "Más que traer piezas, tenemos que entender cómo liberar las prestaciones que creemos que tiene este coche. O que esperamos que tenga. Antes que traer piezas".

Por el momento, Wolff se desmarca de la lucha por la corona: "Estamos demasiado lejos para pensar que aspiramos a ninguno de los Mundiales, aunque sumáramos el máximo de puntos a los que aspirábamos en el GP de Bahréin. Cuando eres el tercero no puedes pensar en ganar".