En Brackley aún colea la temporada de 2016. Inmersos en la nueva 'era híbrida' y con la supremacía de las 'flechas de plata' sobre el resto de coches de la parrilla, Lewis Hamilton y Nico Rosberg mantuvieron un tenso cara a cara en Mercedes.
Finalmente, el piloto germano se alzó con el Mundial y comunicó su retirada tras evidenciar su victoria sobre el británico.
Ya con Valtteri Bottas en el equipo, la situación dio un giro de 180 grados. El finlandés pasó a ser el escudero de Hamilton y Lewis comenzó a 'empalmar' campeonato tras campeonato.
Cinco años después, la irrupción de George Russell en el modesto Williams ha llevado a Mercedes ha tomar la decisión de fichar al joven piloto y dejar a Bottas libre para firmar con Alfa Romeo.
Russell, tras lo demostrado en Sakhir en 2020, aterriza en la escudería alemana con el objetivo de coronarse, a corto-medio plazo, campeón del mundo, aunque en Mercedes quieren evitar otra guerra interna.
"Él (Russell) ha demostrado que se mercede uno de los mejores coches y ahora tenemos que adaptarle a la situación de Mercedes", ha señalado Toto Wolff, jefe del equipo, en la web oficial de F1.
El mandatario austriaco ha querido hacer un llamamiento a la calma: "Tendrá un compañero que posee los récords más impresionantes, es importante que le preparemos y le calibremos de forma adecuada".
A su vez, Wolff ha rememorado lo ocurrido en 2016 con Rosberg: "En el pasado vimos situaciones en las que los pilotos fallaron. Lewis estuvo en una situación que el equipo no supo comprender del todo bien cómo podía ir".
Ahora, Toto asegura que están "mejor preparados para afrontar esa situación": "Sea como sea, George tiene la ambición para ser un campeón del mundo en potencia y Lewis también la tiene. La calibración lo es todo. Russell es muy inteligente y lo comprende".