El próximo 29 de diciembre se cumplirán ocho años del accidente que sufrió Michael Schumacher cuando esquiaba con su mujer, Corinna, en estación de Meribel, en los Alpes franceses. El expiloto alemán sufrió daños cerebrales y, desde entonces, su entorno ha hecho todo lo posible para que no se filtren detalles del estado del 'Káiser'.
A parte de alguna declaración suelta o de lo poco que desliza su documental en Netflix, apenas ha trascendido nada de cómo se encuentra 'Schumi'. Jean Todt, presidente de la FIA e íntimo de la familia Schumacher, es uno de los pocos que tiene acceso a Michael y que conoce realmente cómo se encuentra el heptacampeón del mundo de Fórmula 1.
En declaraciones a 'Daily Mail', Todt ha señalado que el teutón sigue "luchando": "Puedo entender por qué su familia y amigos lo están protegiendo porque debemos dejarlo en paz. Michael está luchando y sólo podemos esperar que mejore".
Paralelamente, el jefe de la FIA se ha referido a su hijo Mick, que este año ha debutado en el 'Gran Circo': "Estoy feliz de que su hijo Mick esté en la F1. Y la verdad es que lo está haciendo bien. Podría tener un coche más competitivo, pero me complace que tenga esta pasión. Y me pone contento también que Gina-Maria (la hija de Michael) haya encontrado su pasión en los caballos".
Hamilton y el racismo
Por otro lado, Jean Todt ha analizado la figura de Lewis Hamilton fuera del monoplaza por su firme activismo y lucha contra el racismo. Comprende y respeta al británico, pero asegura que no casa con algunas de sus prácticas.
"Lo que me gusta de Lewis es que está comprometido en ofrecer su personalidad a la sociedad y compartir las creencias que tiene. Respeto eso y haremos todo lo posible para apoyarle. Sí, respeto su creencia, pero él tiene que respetar cualquier otra creencia. El racismo es un tema muy querido para mí. Le he escuchado y le dije que no hablo mucho de eso, pero mi padre (un médico inmigrante judío polaco) perdió a su madre y a su hermano en los campos. ¿Pero me siento cómodo hincando una rodilla en el suelo? No", afirma.
"No creo en Dios, pero sí creo en la integridad y los valores. Es importante respetar a las personas que no son como tú. Mi esposa es china y ella misma ha experimentado el racismo. Necesitamos preocuparnos por todas las personas y recordar que todos los involucrados en la F1 están bendecidos", zanja.