Desde el 29 de diciembre de 2013, el estado de salud ha sido un absoluto misterio. El hermetismo que ha rodeado al heptacampeón del mundo ha sido total, con su familia siendo especialmente cuidadosa en la poca información que se difunde al respecto.
Este miércoles, la mujer del 'Kaiser', Corinna Schumacher, denunció ante la policía un allanamiento de la propiedad por parte de un ladrón que fotografió a Michael, intentando vender la instantánea a varios medios de comunicación. Esta cifra sería de un millón de libras, unos 1.200.000 euros.
Lo cierto es que no es la primera vez que ocurre algo similar. En 2016, un individuo se coló en la vivienda de la leyenda de la Fórmula 1, logrando sacar otra fotografía que intentó vender también por un millón de euros.
Sabine Kehn, agente de prensa de Michael Schumacher, afirmó entonces que la salud del 'Kaiser' no era "un asunto de interés público".
Las fotos que su hijo Mick pidió que se borrasen
En febrero de 2019, Mick Schumacher, hijo de Michael, actualmente corriendo en Fórmula 2, pidió a los medios que borrasen unas fotografías de su padre posando con varios niños a los que confundían con él.
"Estas fotos no me enseñan a mí, tampoco a mi hermana Gina. Lo siento por la gente en estas fotos", comentaba Mick.
Corinna rompió su silencio
El pasado mes de noviembre, Corinna Schumacher habló por primera vez tras más de seis años en silencio, asegurando que estaban haciendo "todo lo posible por ayudarle", intentando seguir "la voluntad de Michael" de mantener su estado de salud en secreto.
"Nunca olvidaré a quién debo agradecer, y ese sería mi esposo Michael", comentó. El exagente de Schumacher, Willi Weber, acusó entonces a Corinna de ocultar "la verdad" sobre el 'Kaiser': "Tiene miedo".
Trasladado a París
En septiembre de 2019, Schumacher fue trasladado a París para ser sometido a un tratamiento con células madre. El hospital Georges Pompidou quedó absolutamente blindado ante esta visita. Un miembro del departamento de cardiología aseguró que Schumacher estaba consciente.
El alemán estaba vigilado por guardias de seguridad en el hospital, en el que ingresó con un nombre falso. Un hermetismo que sigue rodeando a Michael Schumacher siete años después del accidente que cambió su vida.